Las cosas mas sencillas para cualquiera, para mí son imposibles, infranqueables.
Voy a la panadería. Pido un cuarto de pan. Me preguntan de cuál quiero. Y me doy cuenta que no conozco las variedades de pan. Digo: "No se, pan común... pan...". Y ahi me largan la chorrera de variedades: Mignoncitos, francés, figazas, figacitas, figacitas de manteca, flauta, árabe, negritos, pebetes.... Me quedo paralizado. La chica de la panadería acaba de transformarse en un ser cruel que desnuda mi torpeza. Sudo frío y salgo de la panadería sin decir nada mas, como un ladrón. La chica grita: "Quién sigue?"
Paso por la ferretería. Atiende una mujer mayor. Me veo venir lo que va a pasar. Explico que necesito comprar una tapita que hay abajo del termotanque.
La mujer dice: "El vástago o el chicote?" Empiezo a sudar otra vez, no se de qué me habla.
Es como una tapita, le digo.
De goma o de bronce? me dice ella, demostrando que odia a la gente como yo.
No se... lo que dure mas, le digo.
Rosca derecha o rosca izquierda? insiste en humillarme.
Es como una tapita, le digo atascado en mi única certeza.
Pulgada y media o pulgada tres octavos? embiste la señora.
No es lo mismo, no? averiguo.
Ay Jesús.... dice ella.
Otra vez me escapo del negocio sin comprar nada.
Me voy a mudar de barrio, me digo.
sábado, 10 de abril de 2010
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